Ayer de la Reforma Protestante, la traducción de las Sagradas Escrituras a lenguas vernáculas sin supervisión por parte de un Censor Librorum (Inspector de Libros) quien verificaba la ortodoxia y fidelidad de la traducción a la jerga innovador, estaba prohibida; contra la creencia popular, la Reina-Valera no es la primera traducción de la Bibl